El maravilloso mundo de las asociaciones
Debo decir que nunca he estado muy a favor de pertenecer a un colectivo... no va conmigo, pero en cualquier caso puedo ver las ventajas de las que se puede beneficiar quien pertenece a una comunidad y con quién comparte unas inquietudes, necesitades, etc. Sin embargo, en una disciplina como la del diseño gráfico, si uno se decide a dar el paso y asociarse, es cuando ha empezado el lío, porque las posibilidades son infinitas. Yo vivo y trabajo en Granada, por lo que sería lógico acudir a la Asociación Andaluza de Diseñadores, y como soy vasca también podría hacerlo en una de mi tierra natal... pero lástima, no existe. Aunque la de Navarra no me queda lejos. Pero si no te gustan los regionalismos, puedes optar por la Asociación Española de Profesionales del Diseño, la Asociación de Directores de Arte y Diseñadores Gráficos, que organizan los presitigiosos Laus, o el cdec. También tenemos la Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana, por si siempre te gustaron las paellas, o Asociación de Diseñadores gráficos de Asturias, de enigmática web. Para castizas afiliaciones tenemos la Asociación de Diseñadores de Madrid. Los beneficios, suelen ser directorios muy actualizados, bolsas de empleo, contactos, descuentos en cursos o congresos, alguna publicación...
Para gustos asociaciones.
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